¡Las pulgas, esos pequeños vampiros de la naturaleza pueden llegar a ser un verdadero dolor de cabeza! Todos sabemos que causan picazón en las mascotas y pueden infestar tu hogar. Pero lo que quizás no sepas es que estas diminutas criaturas también están relacionadas con una enfermedad en los humanos: la enfermedad por arañazo de gato.
Imaginá esto: estás jugando con tu adorable gato, acariciándolo y disfrutando de su compañía y de repente te ligás un arañazo “accidental”. Es solo un rasguño insignificante, ¿verdad? ¡Pero esperá! Lo que no sabías es que detrás de ese arañazo se oculta un riesgo de una enfermedad intrigante.
La enfermedad por arañazo de gato es causada por una bacteria llamada Bartonella henselae (B. henselae) y es una afección común en humanos, especialmente en niños y adultos jóvenes. Pero, ¿cómo llega esta bacteria a las uñas de tu gato? Aquí es donde entran en escena las pulgas, las verdaderas protagonistas de esta historia.
Las pulgas se alimentan de la sangre de los animales, incluidos los gatos. Pero lo que quizás no sepas es que estas diminutas criaturas son portadoras de la bacteria B. henselae. Cuando las pulgas pican a un gato infectado, absorben la bacteria y luego la eliminan junto con sus heces. ¿Y adiviná qué sucede cuando tu gato se rasca para aliviar la picazón causada por las pulgas? Sí, sus uñas se contaminan con las heces infectadas.
Cuando tu gato te araña, incluso si es un rasguño suave, puede transmitir la bacteria a tu piel. Y así comienza la historia de la enfermedad por arañazo de gato en los humanos. Al principio podés ver un enrojecimiento y lesiones sobreelevadas en el lugar del arañazo, seguidas de inflamación de los ganglios cercanos al área afectada. Estos ganglios inflamados pueden causar dolor y malestar general, y en casos más graves, la enfermedad puede afectar diferentes órganos y sistemas.
Es sorprendente darse cuenta de cómo las pulgas pueden tener un impacto tan grande en nuestra salud y la de nuestros felinos. Incluso si tu gato vive dentro de casa, las pulgas pueden llegar a él desde el exterior en tu ropa o a través de otros animales como perros o roedores. Además, debido a los hábitos de limpieza meticulosa de los gatos, es posible que no veas las pulgas, ya que las pulgas son arrastradas por su lengua rugosa al acicalarse. Un estudio mostró que ¡el 50 % de quienes tienen gato no se da cuenta cuando su gato tiene pulgas! (porque se las comen…).
La prevención es clave para protegerte tanto a tu gato como a vos mismo de las pulgas y la enfermedad por arañazo de gato. Evita juegos bruscos que puedan provocar arañazos, desinfecta rápidamente cualquier herida causada por un rasguño, y protege a tu gato contra las pulgas durante todo el año. Utiliza productos antipulgas de forma preventiva y asegúrate de mantener un ambiente limpio y libre de pulgas.
En conclusión, las pulgas no solo son una molestia para tus mascotas, sino que también pueden tener un impacto en tu propia salud. Así que mantené a raya a estas pequeñas intrusas para disfrutar de momentos libres de picazón y proteger a tu gato y a tu familia de la enfermedad por arañazo de gato.