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Prevención de pulgas, garrapatas y leishmaniosis en primavera

PREVENCIÓN DE PULGAS, GARRAPATAS Y LEISHMANIOSIS EN PRIMAVERA

Las pulgas y las garrapatas son parásitos que invaden la piel y el pelaje de nuestros perros y gatos. Aunque el riesgo de picadura existe durante todo el año, la actividad de estos parásitos aumenta en primavera y en verano. Lo mismo ocurre con el flebotomo que transmite la leishmaniosis. Por ello, debemos extremar las precauciones cuando llega el buen tiempo. En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre la prevención de pulgas, garrapatas y leishmaniosis. ¡Toma nota!

Índice de contenidos:

  1. ¿Cómo saber si mi mascota tiene pulgas?
  2. Enfermedades que transmiten las pulgas
  3. La picadura de la garrapata: síntomas
  4. Enfermedades que transmiten las garrapatas
  5. ¿Cómo podemos prevenir la aparición de pulgas y garrapatas?
  6. Leishmaniosis en perros: ¿cómo prevenir la enfermedad?

1. ¿Cómo saber si mi mascota tiene pulgas?

Las pulgas son insectos diminutos dotados de largas patas que les permiten saltar grandes distancias. Aunque existen distintas especies, las que atacan más a menudo a nuestras mascotas son la pulga del gato (Ctenocephalides felis) y la del perro (Ctenocephalides canis). Ambas pueden infectar tanto a perros como a gatos, aunque Ctenocephalides felis es la más frecuente en las dos especies y sobreviven y se reproducen alimentándose de la sangre de nuestras mascotas.

Es importante prevenir la infestación de estos parásitos, puesto que una sola pulga presente en el animal puede producir cada día hasta 50 huevos que se depositan en nuestros hogares, exponiendo toda la familia a nuevas reinfestaciones.

En el caso de que veamos a nuestra mascota rascarse más de lo habitual, especialmente en el área del cuello y la oreja, deberíamos visitar al veterinario. Las pulgas producen irritación y picor en la piel y tu mascota se rasca como respuesta, así de simple.

Algunos animales son hipersensibles a la saliva de las pulgas y pueden sufrir dermatitis alérgica. En estos casos, el picor es todavía más intenso y el animal puede llegar a lesionarse y perder pelo en algunas zonas.

Especialmente en perros y gatos de pelaje claro las pulgas son más fáciles de ver al ojo humano. Sin embargo, el síntoma que nos ayudará a confirmar la infestación de pulgas será la presencia en heces de estos parásitos, que verás en forma de pequeños puntos negros. ¿Quieres conocer las enfermedades que transmiten las pulgas? Sigue leyendo…

2. Enfermedades que transmiten las pulgas

Además de producir picor e irritación, las pulgas pueden transmitirnos bacterias, protozoos, virus y lombrices que albergan en su interior. Algunas de las enfermedades más comunes que pueden transmitir son:

  • Dipilidiosis por Dipylidium caninum. Se trata de un parásito que, en su forma juvenil, puede infectar una pulga y colarse en el organismo de tu perro o gato cuando éste, durante el rascado, ingiere la pulga. En cuanto el parásito llega al aparato digestivo del perro o del gato, se libera el Dipylidium que se transformará en una lombriz intestinal.
  • Micoplasmosis. Se trata de una enfermedad bacteriana transmitida por las pulgas y que puede afectar tanto a perros como a gatos. En los felinos causa anemia, cansancio, falta de apetito y fiebre. En el caso de los perros, se produce una disminución de la fertilidad.

3. La picadura de la garrapata: síntomas

Las garrapatas son otro tipo de parásitos externos que se alimentan de la sangre de tu mascota y también pueden ser foco de graves enfermedades. Ten en cuenta que el tamaño de una garrapata es mucho mayor que el de una pulga. Es más, la garrapata puede llegar a multiplicar su peso por 100 a base de ingerir sangre del animal al que ataca. Además, suele mantenerse fija en el punto donde succiona la sangre al animal. Todo esto facilita su detección al ojo humano.

La infestación por garrapatas suele ser más visible en los perros. Los gatos pueden eliminarlas e ingerirlas fácilmente durante su rutina de aseo diario. No obstante, esto no significa que los gatos no estén en riesgo.

La picadura de la garrapata puede provocar irritación e infecciones a nuestras mascotas, especialmente en las zonas en las que se hospedan. No obstante, la intensidad de estos síntomas suele ser menor en comparación con las pulgas. En casos de infestaciones masivas, tu amigo peludo puede llegar a sufrir anemia.

4. Enfermedades que transmiten las garrapatas

Las garrapatas pueden transmitir más de 50 enfermedades distintas a perros, gatos y humanos, siendo la mayoría de ellas muy graves y potencialmente mortales. Algunas de estas enfermedades son:

  • La borreliosis o enfermedad de Lyme es una de las patologías más frecuentes y de mayor gravedad que puede transmitirnos la picadura de una garrapata. Erupción rojiza, fatiga, fiebre, dolores articulares o musculares son los síntomas más comunes.
  • Anaplasmosis. Otra de las enfermedades que pueden transmitirnos las garrapatas a las personas a través de su picadura. En la mayoría de los casos la anaplasmosis es asintomática. De haber síntomas, los más comunes son: fiebre, letargo, dolor articular, anorexia, vómitos y diarrea. Un perro enfermo de anaplasmosis también puede padecer anemia, petequias o disminución de plaquetas y leucocitos.
  • La babesiosis es una patología que puede aparecer en cualquier momento del año. Se trata de una enfermedad provocada por protozoos del género Babesia y que afecta principalmente a los perros. En su forma aguda, el perro puede presentar fiebre alta, falta de apetito, diarrea, vómito, problemas respiratorios y apatía. En su forma crónica, los síntomas más comunes son la fiebre intermitente, alteraciones en hígado y bazo e incluso la muerte por shock.
  • Ehrlichiosis. Esta es una enfermedad causada por una bacteria que destruye los glóbulos blancos de nuestros perros. Tras la picadura de la garrapata, la bacteria viaja a través de la sangre y del sistema linfático hasta alcanzar órganos como el hígado o el bazo. Transcurridas entre 6 y 18 semanas, el perro puede presentar anemia y una disminución del número de glóbulos blancos. En la fase aguda de la enfermedad, el animal puede sufrir letargia, falta de apetito, pérdida de peso, secreciones nasales y oculares, dificultades respiratorias y fiebre.

5. ¿Cómo podemos prevenir la aparición de pulgas y garrapatas?

Las pulgas y las garrapatas resisten a las épocas más frías, de manera que se mantienen activas y pueden picar a nuestras mascotas en cualquier momento del año. No obstante, en primavera debemos extremar las precauciones frente a los parásitos externos para asegurar el bienestar de toda la familia.

Las pulgas y las garrapatas son una amenaza para nuestra salud y la de nuestros mejores amigos. Podemos encontrar estos parásitos en cualquier lugar, incluso en los patios y en los balcones de nuestras casas. Además, gracias a la calefacción de los hogares, las pulgas pueden sobrevivir en invierno al amparo de las bajas temperaturas del exterior, colándose en el interior de nuestros hogares y ocupando sofás, camas o alfombras.

Para prevenir las infestaciones por pulgas y garrapatas es fundamental tratar tanto al animal como a su entorno. Ten en cuenta que estos parásitos deponen los huevos que desde el cuerpo de nuestros perros y gatos caen en el entorno, sobre todo en los lugares donde descansan: alfombras, sofás, su cama,… (O incluso en la nuestra, si permitimos que el animal duerma con nosotros).

Además de proteger a nuestras mascotas durante todo el año, en el caso de tener problemas de infestación no solo trataremos a nuestros amigos peludos, sino que también limpiaremos minuciosamente y con un aspirador sus zonas de actividad y descanso y aplicaremos insecticidas y productos específicos para erradicar estos parásitos.

Cepillando a menudo el pelaje de nuestros animales, además de evitar caídas masivas de pelo y mejorar su aspecto, podremos verificar la existencia o no de parásitos. En el caso de detectar la presencia de pulgas o garrapatas, acudiremos inmediatamente al veterinario. Él nos ayudará a tratar a nuestros amigos peludos, verificará que no hayan contraído ninguna enfermedad y nos aconsejará cómo protegerles para evitar que vuelvan a padecer este problema en el futuro.

6. Leishmaniosis en perros: ¿cómo prevenir la enfermedad?

La leishmaniosis es una enfermedad infecciosa causada por un protozoo flagelado denominado Leishmania. ¿Cómo se contagia? Con la ayuda de un insecto: el flebotomo. Las hembras de flebotomo portadoras del parásito Leishmania son las responsables de transmitir la enfermedad de un animal enfermo a otro sano, ya que se alimentan de sangre.

Los síntomas que puede presentar un animal con leishmaniosis varían en función de los órganos afectados. El parásito se inocula a través de la picadura del flebotomo y puede afectar a sus órganos internos, dando lugar a cuadros clínicos graves que pueden llegar a producir la muerte de nuestro amigo peludo.

La leishmaniosis se manifiesta a través de múltiples síntomas. Los más comunes son: inflamaciones de la piel, caídas de pelo, ulceraciones, crecimiento inusual de las uñas, formación de nódulos y pústulas, despigmentaciones en dedos y nariz, hepatomegalia, pérdida de peso y alteraciones de la función renal.

No debemos olvidar que la leishmaniosis es una zoonosis y por lo tanto, las personas también podemos padecerla a través de la picadura de un flebotomo que se ha infectado picando a un perro seropositivo. Ten en cuenta que las personas con el sistema inmunitario debilitado son las más vulnerables ante la leishmaniosis. Para luchar contra una enfermedad de tal gravedad para nuestras mascotas (y para el resto de la familia) es fundamental establecer un plan de prevención integral durante todo el año. Ten en cuenta los siguientes puntos y extrema los cuidados en primavera y verano:

  1. Utiliza únicamente productos antiparasitarios cuyo efecto repelente ante el flebotomo transmisor de la leishmaniosis esté comprobado y autorizado. A la hora de escoger el producto que mejor se adecue a las necesidades de tu mascota, apóyate en el veterinario y sigue sus recomendaciones en cuanto a los distintos periodos de aplicación del producto.
  2. Evita en la medida de lo posible los paseos nocturnos. El flebotomo se activa a medida que cae la noche y al igual que muchos otros parásitos externos, se concentran en zonas ricas en detritos orgánicos y con vegetación. No obstante, debemos tener en cuenta que la temperatura y la humedad de las ciudades favorecen la proliferación de estos insectos de tal forma que, incluso los animales que viven en el centro de grandes ciudades están expuestos a su picadura.
  3. Para las noches más calurosas, habilita una zona dentro de la casa para que el descanso de tu mascota. Si tienes mosquiteras con malla fina, ¡mucho mejor!
  4. Lleva a tu amigo peludo al veterinario para que le realice las analíticas correspondientes. ¡Una detección precoz es clave para una evolución favorable de la enfermedad!

#Nolodejesalazar y ante la mínima sospecha, consulta a tu veterinario de confianza. La salud de tus amigos peludos y la del resto de familia está en tus manos.