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LUCHA CONTRA LA LEISHMANIOSIS

LUCHA CONTRA LA LEISHMANIOSIS

La leishmaniosis es una enfermedad que no afecta únicamente a nuestras mascotas, si no que puede ser contraída por cualquier ser vivo de sangre caliente, entre ellos, los humanos. Aunque pueda parecer una obviedad, este es un hecho que a menudo ignoramos y es importante tenerlo siempre presente.

El responsable de esta patología es un protozoo flagelado del género Leishmania, que con la indispensable ayuda de la picadura del mosquito Phlebotomus puede llegar a infectar a diversos vertebrados. En particular, es la hembra de esta especie quien se alimenta de sangre y por lo tanto la única con capacidad de transmitir la enfermedad de un animal enfermo a otro sano.

Además de los protagonistas que ya hemos comentado, en la transmisión de la leishmaniosis es fundamental la existencia de:

  • Un animal enfermo que albergue en su interior el parásito de la Leishmania, independientemente de que presente o no los síntomas de la enfermedad.
  • Animales sanos. realmente cualquier perro sano puede ser infectado por la picadura de un mosquito portador de la Leishmania.
  • Un mosquito. Un único phlebotomo infectado es más que suficiente para transmitir la la leishmaniosis a un animal sano.
  • Parásitos. Estos pequeños protozoos flagelados propagan la leishmaniosis entre animales enfermos y sanos con la colaboración de la hembra del flebótomo. El parásito portador de la enfermedad una vez ha infectado a la hembra del mosquito se transformará en su interior hasta alcanzar su forma definitiva antes de alojarse en el animal sano.

Más vale prevenir…

En #Nolodejesalazar insistimos siempre en la importancia de una correcta prevención para luchar de manera efectiva contra la leishmaniosis canina. Está en tus manos evitar por todos los medios que tu mascota llegue a contagiarse de esta enfermedad.  Para que la prevención te resulte más sencilla ten en consideración los siguientes factores:

  • Las hembras del flebotomo activan su búsqueda de alimento (sangre) a medida que va anocheciendo y muestran una clara preferencia por entornos cercanos a ríos y humedales.
  • Haz uso de productos antiparasitarios externos cuyo efecto repelente frente a los flebotomos esté comprobado y autorizado. Ten presente que los mosquitos que transmiten la leishmaniosis siempre están preparados para el ataque. Especialmente cuando las temperaturas son más cálidas es cuando estos agentes desarrollan su actividad patógena. Es tu responsabilidad como propietario informarte sobre los periodos en los que tu mascota tiene que estar protegida con los productos indicados contra la leishmaniosis de mayor efectividad. De hecho, en las zonas geográficas de España y Europa donde las temperaturas son más elevadas el uso de antiparasitarios externos repelentes frente al flebotomo está recomendado durante todo el año.
  • Ten en cuenta que en el periodo con mayor riesgo de infección, tu perro está expuesto a aproximadamente 100 picaduras cada hora desde que atardece hasta que amanece. De manera que, aunque los antiparasitarios externos ofrezcan una elevada protección frente a la leishmaniosis canina, desafortunadamente no existe un método que garantice un 100% de efectividad. Por lo tanto, puede darse el caso que una mascota llegue a contraer la enfermedad aun estando protegida con el producto antiparasitario más adecuado.
  • Si a pesar de seguir al pie de la letra todas estas precauciones, desgraciadamente la enfermedad ataca a nuestra mascota, el diagnóstico precoz de la enfermedad será fundamental. Por ello, es altamente recomendable realizar al menos una prueba diagnóstica al año, preferiblemente durante el último cuatrimestre del año, cuando las temperaturas suelen empezar a bajar.  Si el resultado de la prueba es positivo, el veterinario será quien nos indique el tratamiento que más se adecue a nuestra mascota.  Actualmente, gracias a los avances farmacológicos, la leishmaniosis ha dejado de ser una enfermedad mortal, de manera que un perro con un diagnóstico precoz puede hacer frente a esta enfermedad con unas perspectivas de supervivencia muy elevadas.

Por todo lo comentado, debemos actuar de manera preventiva siempre siguiendo las pautas que nos marque el veterinario, ya sea en el uso de los productos autorizados más adecuados, como a la hora de valorar si nuestro peludo amigo puede estar o no infectado.

Hagamos siempre todo lo que esté en nuestras manos para ahorrarle esta patología a quien denominamos nuestro mejor amigo.