Perros

El Moquillo Canino y la importancia de la vacunación en cachorros

El Moquillo Canino (o Distemper) es una enfermedad altamente contagiosa que se disemina a través de las secreciones de los ojos y nariz de perros infectados. El virus del moquillo ataca a muchos órganos, incluyendo el sistema nervioso, que puede quedar lesionado permanentemente aun cuando el perro se recupere1.

Es una de las enfermedades virales con mayor tasa de mortalidad en los perros, sólo superada por la de la rabia.

¿Qué produce el Moquillo?

El virus del distemper está emparentado con el virus del sarampión de los humanos. Es altamente contagioso, y se transmite de perro a perro mediante el contacto estrecho o directo con animales enfermos o infectados. Es un virus que se destruye fácilmente por el uso de detergentes y por el calor, muriendo en pocos minutos en ambientes cálidos. Sin embargo, es capaz de resistir durante semanas a temperaturas bajas1.

¿Cómo se transmite el Moquillo?

El moquillo afecta con mayor frecuencia a los perros jóvenes, de 3 a 6 meses de edad, que no están vacunados. El virus se disemina mediante las secreciones nasales contaminadas aerosolizadas en los estornudos1. La principal fuente de infección es el contacto directo con un animal enfermo o infectado.

La enfermedad

Una vez que ingresa al perro, el virus se disemina por todo el organismo. Generalmente, los perros desarrollan fiebre una semana después de la infección, aunque en ocasiones ésta puede pasar desapercibida. Tras dos semanas, el virus ya produce un daño importante en las células de las fosas nasales, ojos, pulmones e intestino. Estos tejidos dañados frecuentemente se infectan en forma secundaria por bacterias, y es esta combinación de infecciones la que produce falta de apetito, fiebre, secreciones en nariz y ojos, neumonía y diarrea1.

La mitad de los perros con moquillo canino desarrollan enfermedad neurológica. El daño provocado al cerebro y la médula espinal causa las convulsiones típicas de la enfermedad. También es común de ver debilidad, parálisis y espasmos involuntarios de las patas. La mayoría de los perros con enfermedad neurológica causada por el moquillo canino mueren o, lamentablemente, deben ser sacrificados1.

Tratamiento

Actualmente aún no existen medicamentos que permitan tratar el virus del distemper. Sólo se realiza tratamiento de soporte y se dan antibióticos para las infecciones secundarias provocadas por bacterias. Aunque esto ayuda a reducir los signos clínicos, no evita que el virus provoque el daño en el cerebro y médula espinal.

La inmunidad

Los cachorros nacidos de madres vacunadas suelen tener anticuerpos que obtienen a partir de la leche materna en los primeros días de vida (calostro).

Estos anticuerpos los protegen contra la enfermedad. Pero el nivel de anticuerpos, incluso entre cachorros de una misma camada, suele diferir mucho, pues depende de la cantidad de calostro ingerido. Dependiendo del nivel de anticuerpos, los cachorros pueden estar protegidos durante unas pocas semanas o incluso hasta 3 meses1.

Los anticuerpos en los cachorros van desapareciendo gradualmente hasta dejarlos desprotegidos. A partir de ese momento, ellos deben producir su propia inmunidad para estar protegidos.

Como vimos antes, en cachorros desprotegidos el moquillo es mortal. Incluso aquellos que sobreviven y reciben tratamiento a tiempo, suelen presentar secuelas neurológicas graves.


Afortunadamente, el moquillo canino se puede prevenir.

Es fundamental no demorar la vacunación de tu cachorro contra esta enfermedad.

Los cachorros suelen tener un nivel de anticuerpos maternos que los protege. Sin embargo, va disminuyendo con el tiempo. Por otro parte, dichos anticuerpos a su vez pueden interferir con la vacunación, al neutralizar el virus vacunal, evitando el efecto deseado.

Entonces, ¿cómo protegemos a nuestros cachorros durante el momento de mayor susceptibilidad?

Con algo que muchos hemos escuchado: varias aplicaciones de vacunas en la primera etapa de su vida.

Sabemos que esos anticuerpos maternos irán disminuyendo, pero no sabemos cuándo con exactitud serán lo suficientemente bajos, porque no sabemos cuánto calostro tomaron los cachorros. Entonces, debemos aplicar varias dosis de vacuna entre, las 4 y 16 semanas de vida, para asegurarnos de que alguna de esas dosis coincida con una etapa de anticuerpos suficientemente bajos como para evitar la interferencia vacunal, y que el cachorro desarrolle su propia inmunidad.

Ahora bien, no todas las vacunas son iguales.

Afortunadamente, en los últimos años se han desarrollado vacunas que son capaces de actuar incluso en presencia de anticuerpos maternos elevados. Estas nuevas vacunas permiten comenzar antes el esquema de inicial de vacunación (4 semanas) dando más chance a estar protegidos, e incluso terminarlo también antes de lo generalmente recomendado (12 semanas), permitiendo una socialización temprana y segura de lo cachorros.

Pero no sólo debemos asegurarnos de vacunas a nuestros perros cuando son cachorros. ¡Es muy importante completar el esquema con la revacunación anual!



Tené en cuenta que el moquillo no es la única enfermedad mortal en los perros, existen otras como la parvovirosis (“parvo”) que es importante conocer y prevenir.


Preguntas frecuentes

Además del perro, también son susceptibles a esta enfermedad los animales de la familia de los cánidos (zorros, coyotes, lobos, etc), los mustélidos (como los hurones), los prociónidos (como los mapaches),  e incluso los grandes felinos (leones, tigres, leopardos), pero no se considera susceptibles a los gatos domésticos2. El usualmente llamado “moquillo del gato” en realidad es una infección por parvovirus felino, denominada panleucopenia felina.

No, no hay riesgo de transmisión de esta enfermedad al ser humano.

El virus del distemper es suceptible a detergentes comunes, por lo que la limpieza ambiental es relativamente simple. Sin embargo, siempre es necesario mantener aislados a perros enfermos o infectados, ya que son la principal fuente de contagio.

Sí. Aunque la vacunación contra moquillo no sería necesaria, porque la infección natural provee protección de por vida, es importante vacunar contra el resto de las enfermedades (como la parvovirosis canina) y las vacunas suelen presentarse combinadas. En este caso el componente moquillo simplemente será neutralizado por los anticuerpos generados tras la enfermedad.

Las vacunas actuales contra el moquillo son muy seguras y no hay evidencia de que puedan provocar la enfermedad. Se han reportado casos de encefalitis posvacunal, pero sólo en cachorros vacunados con un tipo de vacunas que ya no se suele utilizar3. Existen vacunas tan seguras que se pueden utilizar incluso en cachorros de tan sólo 4 semanas de vida.

Ante cualquier duda, lo mejor es consultar con el veterinario de cabecera de tu cachorro, que podrá evaluar riesgos y recomendar la mejor estrategia de vacunación en función de las necesidades y el estilo de vida de tu perro.


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¿Tienes preguntas sobre la vacunación contra el parvovirus?

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Referencias:
  1. Ettinger, S, Tratado de Medicina Interna Veterinaria, 5ª edición, Vol 2, Series de información para el propietario
  2. A. Beineke et al., Veterinary Immunology and Immunopathology 127 (2009) 1–18
  3. Appel, M., Actualización del Moquillo Canino

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